Los datos de una empresa son probablemente el patrimonio más importante de la misma. Estamos hablando de cifras de stock, fichas de clientes, información contable de la empresa… en definitiva, todos aquellos aspectos que, unidos, hacen que una empresa funcione. En este sentido, perder todos o parte de los mismos, puede suponer un gran riesgo y es que, todavía, son muchas las empresas que no saben de los riesgos que tiene el guardar sus datos en un servidor físico.
Que estos datos se encuentren en estos servidores, son vulnerables al estado del servidor, es decir, si este se estropea y queda inaccesible o pierde los datos, no habrá marcha atrás y toda la información habrá quedado irremediablemente perdida.
Mantener servidores físicos en la empresa conlleva ciertos riesgos que pueden afectar la continuidad del negocio y la seguridad de la información. En este artículo, exploraremos algunos de estos riesgos y discutiremos las alternativas que las empresas pueden considerar para mitigarlos.
- Riesgos de seguridad:
Los servidores físicos están sujetos a riesgos de seguridad significativos. Si los servidores se encuentran en las instalaciones de la empresa, pueden ser vulnerables a robos, incendios, desastres naturales o daños accidentales. Además, mantener la seguridad física de los servidores requiere recursos adicionales, como cámaras de seguridad, sistemas de control de acceso y personal de seguridad.
- Riesgos de pérdida de datos:
Los servidores físicos también presentan riesgos de pérdida de datos. Un fallo de hardware, un error humano o un desastre natural pueden resultar en la pérdida irreversible de información crítica para la empresa. Además, recuperar los datos de una copia de seguridad puede llevar tiempo y causar interrupciones significativas en las operaciones.
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- Escalabilidad limitada:
Los servidores físicos tienen una capacidad limitada y, cuando una empresa experimenta un crecimiento rápido, puede resultar costoso y complicado escalar la infraestructura para satisfacer las nuevas demandas. Esto puede llevar a una infrautilización de los recursos existentes o a la necesidad de invertir en nuevos servidores, lo que implica un gasto considerable en hardware y mantenimiento.
- Costos de mantenimiento:
Mantener servidores físicos en la empresa puede ser costoso. Requiere una inversión inicial en hardware, así como costos continuos de electricidad, refrigeración, seguridad y mantenimiento. Además, es necesario contar con personal capacitado para administrar y dar soporte a los servidores, lo que implica gastos adicionales en salarios y formación.
- Limitaciones geográficas:
Los servidores físicos limitan la capacidad de acceder a la información y aplicaciones de forma remota. Esto puede dificultar el trabajo en equipo, la colaboración y la adopción de modelos de trabajo flexibles, como el teletrabajo o la movilidad de los empleados.
Si bien los servidores físicos han sido la opción tradicional para muchas empresas, es importante considerar los riesgos que conllevan. Los avances en tecnología han permitido alternativas más seguras, escalables y rentables, como los servicios en la nube. Migrar a la nube puede ayudar a las empresas a minimizar los riesgos asociados con los servidores físicos, mejorar la seguridad de los datos y proporcionar una mayor flexibilidad en la forma en que se accede y se utiliza la información. Es hora de que las empresas consideren un enfoque más moderno y eficiente para su infraestructura tecnológica.
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